jueves, enero 19, 2006

Ulular

Te oigo
pero no te siento.
Puñado de consonantes
entrelazadas con vocales.
Sarta de sandeces que el viento empuja al califato del absurdo, donde las Yasminas, de labios rojos y negros ojos, perdieron sus velos. Donde ni una sola noche -De las mil- huele a incienso, a vainilla o a sándalo. Donde más de novecientos noventa y nueve soplos traen vendavales, porque tanto tienes tanto vales.

Y yo ya no tengo aliento,
ni para valer un pimiento.


Te oigo
pero no te siento.

Puñado de consonantes
entrelazadas con vocales.

Falsa forma de decir
Te Quiero.


De su poemario "Galletas en Soledad"
Reservados todos los derechos

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