miércoles, mayo 16, 2018

Como un ser viscoso y metamorfoseante


Como si fuera una broma infinita de Foster Wallace
Hace días que mis dedos tamborilean incesantes
sobre la mesa desnuda,
       en el volante de mi coche,
       confesionario que dispara a bocajarro
       y en el embozo de tu cama.

Sin esquinas donde esconderme,
Sin identidades indiscutibles
en las que mirarme,
Y sin espejos que romper.
Como si el silencio eterno
fuera ruido enloquecedor en mis orejas
Como si el infinito existiera más allá de un símbolo,
más que unos grilletes de amor compartido
Vengo arrebullándome en cualquier silla,
Hecha un ovillo 
en cualquier cajón

Sin salida, 
Adicta al pensamiento
y a la sustancia de pensar
Sola aplaco la mancha que se extiende por todo mi ego
y que corre sin reputación por venas y arterias
y me paraliza 
en un absurdo del pasillo bullicioso.


Reservados todos los derechos

Una mujer cualquiera

https://unamujercualquiera.es/homenaje-a-nuestras-mujeres-escritoras-capitulo-iii/ Gracias a Elena Ramírez por sus generosas palabras y por ...