El frío está de nuevo en mis huesos
en las escaleras interminables,
en las puertas que no tienen llaves.
El portal vacío de principios
y los principios que no llegan a su final.
Ya solo ando buscando tréboles.
El silencio ha vuelto
a mis manos
se retuerce entre tendones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario