Foto E. Ruiz del Castillo
Su mirada azul me enfriaba como un brazo de mar Cantábrico. Mis manos, ajenas, contaban ácidos.–“Un mal viaje”, escupió el psiquiatra de guardia.
Cristina Ruberte París
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Porque donde habita el silencio, todavía reina la esperanza. La esperanza de tenerte o por lo menos de verte... Porque en algún agujero, entre la maraña del silencio de esta fría primavera, porque en un espacio entre el silencio y mi corazón encuentro palabras.
https://unamujercualquiera.es/homenaje-a-nuestras-mujeres-escritoras-capitulo-iii/ Gracias a Elena Ramírez por sus generosas palabras y por ...
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