El juego de la vida

Afuera ganan o mueren

por medallas 

o silencios de sapo.

Aquí en el volcán sin nombre

Tus manos de pan

Ajustan mi cintura 

a un metrónomo en  larghetto,

  Y con un cesto de cerezas,

Desatados los sentidos 
en un imperio sin nombre,

Como mercenarios sin tiempo

     y Atada a ti,

     Seremos prestissimo.

Reservados todos los derechos

TE I

Un oleaje de bocas

A un tiempo,

Detrás del cosmos.

Un río de risas.

    En la puerta

    Las maletas esperan,

La vida ruge como una apisonadora.

Al lado de la ventana

El tintineo del rito

Libera tus chakras.

La vida breve como un haiku

Intensa como un té.

El espacio

Soy pared blanca,

mente en blanco

esperando en un banco.

Pluma de ángel 

caída de un retablo. 

Reclinatorio 

y alma en paz.

Soy el espacio 

que nos separa

y también la tarde

que te espera

la noche en vela.

Un salto al vacío

y el rumbo perdido

SIEMPRE.

Punto FINAL

En los instersticios puros 
que en mis palmas se rozan
Con la profundidad del karma 
 de una tarde de domingo
Después de un entierro.

Con la resaca insoportable del adiós
Con el camisón de hace un siglo
Y la sonrisa remunerada por el pan de Dios
Vuelvo al origen.

Mi deseo: encontrarte.
Encontrarte justo en el punto 
En el que dejé mi alma.